La ley que vuelve delito la práctica de terapias de conversión acaba de ser aprobada por la Reina y por lo tanto se vuelve una realidad a lo largo y ancho del país norteamericano.
El Primer Ministro aseguró que la práctica es degradante y despreciable y que los ciudadanos LGBTI están seguros que no podrá ser aplicada de ninguna forma legal.
¡Felicitaciones!